http://www.cadenaser.com/espana/audios/ser-digital-2008/seresc/20080813csrcsrnac_1/Aes/

(En la foto Chema Puente y Miguel Ángel Muñoz)

Otro histórico que pasó por nuestro programa fue Rosendo, ahora de gira por toda España, aquí están los próximos conciertos...




Sin embargo, poco después la polémica no tardó en ver la luz con otra interpretación más arriesgada. La descripción que hace Erich Däniken del relieve, cuyo descubrimiento fecha de forma errónea en el año 1935, no tiene desperdicio. “Ante nuestros ojos aparece un ser humano, sentado, con el torso inclinado hacia delante en la actitud del corredor ciclista; cualquier niño de nuestros días identificaría su vehículo como un cohete. El artefacto tiene una cabeza puntiaguda, continúa con unas extrañas aletas estriadas, luego se ensancha y termina a popa en un fuego llameante. El propio ser, encorvado y tenso, manipula una serie de palancas indefinibles y apoya el talón izquierdo en una especie de pedal. Su indumentaria es funcional: un pantalón corto a cuadros con un ancho cinto, una chaquetilla de moderno corte japonés, gruesas manoplas y polainas. Puesto que conocemos ya como precedente otras representaciones similares, nos extrañaría mucho la falta del complicado sombrero. Pero no, ahí está de nuevo el casco con sus resaltes y pinchos semejantes a antenas. Nuestro astronauta —su silueta es inconfundible y, por tanto, podemos llamarlo así— no evidencia sólo acción por la actitud; ante su
Ningún historiador pone en duda que bajo el cetro del rey Felipe II se agrupó la unidad territorial más extensa de la Edad Moderna y una de las más grandes de toda la Historia del hombre.











A 48 kilómetros de México D. F. se encuentra el complejo piramidal de Teotihuacán. Esta ciudad que llegó a albergar a casi 250.000 almas en la época de su máximo esplendor, hacia el 500 d. de C., ofrece a lo largo de sus dos kilómetros una visión magnífica de lo que es capaz el hombre para satisfacer a los dioses.
En su libro Más allá de Stonehenge, continuación de su clásico Stonehenge descodificado, Hawkins apunta que mientras las calles de Teotihuacán están planeadas sobre un sistema de cuadrícula, las intersecciones de sus calles, en cambio, no tienen un ángulo de 90 grados como sería de esperar, sino de 89. Por su parte, tampoco la cuadrícula está orientada a los puntos cardinales, tal y como ocurre en casi todos los grandes monumentos de la antigüedad, sino que corre paralela a la Avenida de los Muertos, dirección noreste, apuntando a la constelación de las Pléyades.

