jueves, 18 de junio de 2009

Las cosas de Madrigal...

Nuestro querido Madrigal regresó hace unos días de la Patagonia donde estuvo cocinando en un barco mientras disfrutaba de una experiencia única, aquí va la crónica de un viaje contado en primera persona.


Crónicas de un Nómada
Desde España partí con gran ilusión, mi querido amigo Guillermo Rodríguez me realizó una invitación muy difícil de rechazar. No sabía a lo que venía, sólo sabía que debía cocinar, con lo que me encontré en el camino es algo que trataré de describir en estas líneas.

Dia 1: Santiago
Aterricé en una ciudad diferente, sin duda Santiago no es el mismo lugar que visité hace 8 años. Se ha modernizado, no sólo en su estructura urbana, también se nota que los chilenos se han quitado los tabús. Me acomodo en el hotel Ritz Carlton para luego comenzar a recorrer algunos lugares visitados en el pasado. Bellavista un tradicional barrio bohemio se ha transformado también, brindo con un dry Martini en el Patio de Bellavista, un nuevo espacio donde se junta la artesanía con la gastronomía.

Por la tarde me reencontré con viejos compañeros del mundo culinario y social, para mi gran sorpresa Mariano, un queridísimo amigo, es el nuevo canciller, motivo suficiente para descorchar un buen vino chileno en su compañía.

Ya venia entusiasmado, pero poco a poco me fui dando cuenta de que esta experiencia iba a ser más que una experiencia gastronómica.


Día 2: Puerto Montt
Desperté luego de una noche de “carrete” o fiesta por Santiago con todas las energías para partir al sur de Chile. El destino era Puerto Montt, lugar donde comienza mi aventura a bordo del Atmosphere, crucero de sólo 28 pasajeros que navega los fiordos y canales de la Patagonia. Me recoge para ir rumbo al aeropuerto Guillermo, creador de esta locura y razón por la cual me encuentro en esta situación. Abordamos el avión y una hora y media después aterrizamos en la puerta de la Patagonia Chilena. Al llegar a la marina de Nomads of the Seas mi vista choca con la Atmosphera, el impresionante barco con capacidad para dos helicópteros y diversos juguetes marinos. No me he equivocado con venir.

Luego de pasar una mañana en Angelmó, un mercado de artesanías y pescados donde degustamos un erizos recién extraídos, abordamos el barco junto a 28 ávidos pasajeros que, al igual que yo, venían a disfrutar de esta aventura.

Por la noche probamos la gran cocina de Guillermo, cocina de mercado renovada chilena; chupe de locos, charquicán criollo y mote con huesillo, sabores inolvidables.


Día 3: Bahía Tic-Toc
Al despertar me encuentro en el paraíso, ¡Qué sorpresa me ha dado Guillermo con esta invitación! Luego del desayuno partimos a bordo de un jet boats a remontar un río, luego de 40 minutos de aventura extrema y de pasar por numerosas cascadas de la Patagonia siempre verde llegamos a una playa que los guías de Nomads llaman Cancún, esto por su arena blanca y apacibles aguas. Almorzamos un típico cordero asado al palo sentados en mesas con mantel blanco y copas de vino servidos a la temperatura exacta.

Nos recoge el helicóptero para volar al Volcán Yanteles el cual está compuesto de 5 glaciares, ¿la idea? terminar lo que habíamos empezado; no podíamos quedarnos sin comer el postre mientras disfrutábamos de la vista del valle y el cielo nos daba una ducha de esas que te mojan hasta el alma. Mi alma estaba empapada, empapada de naturaleza y encanto.

De regreso en el barco degustamos unas botellas de don Melchor y cena increible del chef chileno Cristian Correa. Enhorabuena campeón!!!!


Día 4: Fiordo de Quintupeo
Amanecí con vista al histórico fiordo donde se escondió el buque de guerra Dresden, único barco alemán sobreviviente de la Batalla de las Malvinas en 1915. Esta noche me toca cocinar por lo que me paso el día con los chicos de cocina y la tripulación del barco, mientras el grupo sale a disfrutar de un trekking seguido de un almuerzo y una visita a termas naturales.

La vista del estuario y acantilados que caen sobre el mar es algo impresionante, conmovedor e inolvidable por lo que al ver que mi cocina marcha bien decido sentir el agua del fiordo en mi piel, luego de armarme de valor (el agua de esta zona no es exactamente parecido al agua del Caribe...) me doy un chapuzón que me despierta los sentidos.

Por la noche serví la cena: tortilla de patata con cebolla para abrir boca con buenos vinos chilenos después 9 platos y alguna sorpresa más. Creo que gusto mucho je,je. Que buena forma de terminar tan fascínate viaje!!!.


Día 5: Puerto Montt – Santiago

¡Qué difícil despedirme de tan maravilloso lugar! Volamos en grupo de vuelta a Santiago y algunos vamos a almorzar al mercado central, luego de muchos mariscos después la hora de marcharse llegó, me despido al ritmo de un beso y una flor de Nino Bravo.

Mi viaje de culinario paso a ser una aventura, una aventura con gente que nunca olvidare y paisajes que mi cámara trataron de captar pero que solo se puede entender una vez que lo has vivido.

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